GRAN PREMIO DE MÓNACO 2009

Salida demasiado limpia para una monótona carrera en la que, una vez más, los Brawn han conseguido un fácil doblete(Button-Barrichello, cómo no) sólo puesto en duda en algunos momentos por una renacida Ferrari que ha conseguido situar a sus dos monoplazas en tercera y cuarta posición con Kimi Raikkonen por delante de Felipe Massa. Se esperaba más de Raikkonen y su KERS en la salida pero la poca distancia entre la parrilla y St. Devote jugaron tan en su contra que incluso perdió la segunda posición a favor de Barrichello, siéndo éste el único cambio de posición entre los diez primeros en la salida. Ahí se acabó cualquier esperanza de que alguien le plantase cara a los Brawn. Para colmo de males Vettel, cuarto, hizo un tapón en el que se vieron atrapados hasta nueve pilotos. Massa, quinto, lo intentó todo para pasarle pero lo único que consiguió fue que Rosberg le adelantase aprovechando una pasada de frenada de Vettel en la chicane de la que el brasileño no pudo aprovecharse. En la décima vuelta los neumáticos superblandos de Vettel dijeron basta y todo el grupo aprovechó para adelantarle. Demasiado tarde para Rosberg y Massa, sobre todo para éste último, quienes vieron impotentes cómo Raikkonen cojía unos segundos de ventaja que se iban a demostrar importantísimos a final de carrera. Vettel se vio en la obligación de entrar a cambiar neumáticos para poco después abandonar la carrera al tocar las protecciones en St. Devote. Antes de este incidente Buemi y Piquet se vieron obligados a abandonar al llevarse el primero puesto al brasileño también en St. Devote en una maniobra bastante absurda.


El resto de la carrera transcurrió con bastante monotonía y sólo la incertidumbre de quién iba a parar cuándo le dio algo de emoción. Alonso se empeñó en animarla un poco hacia el final en su persecución sobre Rosberg pero aunque le hubiese alcanzado dificílmente habría podido adelantarle. Kovalainen(en la salida de la piscina) y Nakajima(en Mirabeau en la última vuelta) fueron las últimas víctimas de un circuito que habitualmente deja un reguero de abandonos y que hoy ha sido excesivamente benevolente con sólo cinco abandonos.


El dominio de los Brawn ha sido aplastante una vez que se situaron primero y segundo al llegar a St. Devote, y eso en un circuito que, en teoría al menos, no les favorecía demasiado, y eso que salieron con los neumáticos superblandos algo, en teoría, erróneo. El único error de Jenson Button en toda la tarde vino una vez finalizada la carrera cuando en vez de llevar el coche al podio lo metió en el pit-lane, dando lugar a una kafkiana escena al tener que ir corriendo a recojer su trofeo. Los favoritos en los días previos parecían los Red Bull pero a la hora de la verdad acabaron defraudando. A la retirada de Vettel se une el quinto puesto de Mark Webber, superado también, aunque por poco, por los Ferrari, la escudería que más ha mejorada aquí respecto de principiode año junto con Force India, la gran sorpresa del fin de semana. Una pena que Giancarlo Fisichella no haya podido arañar un punto por la octava posición, punto que finalmente fue para Bourdais y su Toro Rosso.
A pesar de no haber visto una carrera de las que quitan el hipo el hecho de ver a los pilotos trazar la entrada a la piscina hace que merezca la pena.


Próxima parada Turquía, territorio Massa, en quince días. Será una de las mejores oportunidades que tendrá el brasileño para ganar este año aunque para ello tendrá que derrotar a los Brawn en un circuito en el que deberían andar mejor que en el de Montecarlo. Y si queréi leer buenas crónicas de la carrera acudid a Il Venturetto, El Anaconda o vicisitud y sordidez.