En el día de ayer, cautivo y desarmado el ejército oponente, han alcanzado las tropas de la F1 sus últimos objetivos. La guerra ha terminado.
Max Mosley firmó ayer el nuevo Pacto de la Concordia valedero hasta finales de 2012. Con esta firma se pone fin a la guerra larvada entre la FIA y la FOTA en la que la única víctima parece ser el propio Max Mosley, que abandonará la presidencia en octubre. Claro que lo que venga podría ser peor, pero eso merecerá un análisis a su debido tiempo.
Si alguien se está preguntando en qué posición queda BMW le diré que tiene de plazo hasta el próximo miércoles para dar una solución a la escudería o quedará fuera del nuevo pacto se llame como se llame el equipo, si es que sobrevive.
La normativa técnica que regirá el deporte será publicada en breve por la FIA y supondrá el pistoletazo de salida para que los ingenieros se tiren encima de sus ordenadores a diseñar los monoplazas del próximo año. Dentro de los acuerdos que han posibilitado esta firma está también el compromiso de rebajar los presupuestos de los equipos a niveles de mediados de los '90. El nuevo pacto no es sino una continuación del firmado en 1998 pero conteniendo estos dos últimos puntos.
Suerte a los premiados y como dice el comunicado de la FIA está convencidos de que "este pacto dará estabilidad y prosperidad a la Fórmula 1".
2 comentarios:
Hasta Octubre, cuidado con la guerra de guerrillas. Algunos están agazapados y perdonan pero no olvidan.
Veremos si dura hasta el 2012 o hasta que Todt herede el latigo...
Por cierto, vaya prisa que tienen con el tema de BMW y vaha pachorra con Renault ¿no?
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