GRAN PREMIO DE ESPAÑA 2009

BRAWN CON LA GORRA, FERRARI CON LA MOÑA

Brawn GP ha firmado un nuevo doblete sin que nadie fuese capaz de plantarles cara, con Jenson Button por delante de Rubens Barrichello. Sebastian Vettel y Felipe Massa, los únicos en condiciones de complicarles la carrera, quedaron descartados por diferentes motivos: el primero por una mala salida y una táctica errónea de su equipo(se pasó toda la carrera detrás de Massa hasta que éste tuvo que reducir la marcha para no quedarse sin gasolina) y el segundo por un mal cálculo de combustible. Pero no os preocupéis ferraristas del mundo, que la táctica de Ferrari tiene una explicación: ha sido una prueba para ver qué podría pasar el próximo año cuando entre en vigor la prohibición de repostar y las escuderías tengan que calcular al mililitro la gasolina que lleven los monoplazas. Antes del ridículo de Massa, Raikkonen se había tenido que retirar con un problema en el cambio.

Montmeló nos regaló una de esas procesiones a las que nos tiene acostumbrado. Lo único destacable sucedió en la primera vuelta cuando Jarno Trulli, arrinconado por Alonso, intentó no perder la posición con Nico Rosberg tocándose ambos. Jarno perdió el control de su monoplaza en la hierba y volvió descontrolado a la pista en mitad del pelotón provocando el caos y la retirada en de Sutil, Buemi y Bourdais así como la suya propia. Cuatro coches fuera y cuatro vueltas detrás del safety-car fueron las consecuencias. Un principio de carrera demoledor para Toro Rosso que veía a sus dos coches eliminados sin tener culpa de nada.

Cuando se retiró el safety-car las posiciones eran Barrichello(gran salida), Button, Massa, Vettel, Webber y Alonso. Éste intentó dar cuenta del australiano en la recta de meta pero Webber le cerró la puerta al límite del reglamento(Alonso tuvo que levantar al pisar ligeramente la hierba) y al llegar a la frenada de la primera curva aprovechó el interior para recuperar la posición. A partir de ahí lo más destacable fue el cambio de estrategia de Jenson Button, quien pasó de tres a dos paradas mientras su compañero de equipo se limitó a seguir el guión preestablecido. Barrichello no consiguió marcar un ritmo suficientemente alto como para salir por delante de Button en la última parada e incluso tuvo que defenderse de los tímidos ataques de Mark Webber en las últimas vueltas.

Entre al vuelta uno y la 66 la carrera fue tan tediosa que a Ferrari se le ocurrió animarla. Las conversaciones entre el pit y Massa rozaron lo ridículo, su ingeniero advirtiéndole del problema y el desesperado piloto preguntando qué podía hacer con Vettel pisándole los talones. El esperpento se consumó a cuatro vueltas para el final cuando Massa se vio obligado a dejar pasar a Vettel por el cuarto puesto en la línea de meta, para rematarlo en la última vuelta cuando Alonso adelantó al brasileño quien finalmente acabó sexto. Por supuesto la humillación no podía acabar ahí y en la vuelta a boxes Massa se quedó tirado en mitad del circuito. ¡Qué bonito sería que en las verificaciones el Ferrari no llegase al peso mínimo! Domenicalli se ha cansado de repetir que no se podían volver a cometer errores. ¿A quién le va a echar ahora la culpa?

La dos últimas posiciones de puntos las ocuparon Heidfeld y Rosberg. Hamilton no pudo pasar de la novena posición, lo que demuestra lo lejos que está el Mclaren de la cabeza.

Alonso se ha marcado un carrerón con un coche que, al igual que el de Hamilton, no está a la altura de su talento.

Próxima carrera el Gran Premio de Mónaco en Montecarlo dentro de quince días. Seguro que no vemos más adelantamientos que en Montmeló pero seguro también que la carrera es mucho mejor y, sobre todo, más glamourosa.